En la actualidad, el envase debe adaptarse a los mercados y desde este punto de vista, el mejor envase es aquel que el cliente espera. Un buen envase, además de proteger su contenido y preservarlo, debe cumplir funciones de mercado, tales como comunicar, exhibir, atraer, motivar y crear imagen.
En la función de comunicar el envase debe de ser capaz de trasmitir un mensaje y que su receptor (cliente) lo reciba y comprenda. Entre los mensajes fundamentales están:
° Comunicarle al cliente que es lo que va a adquirir y advierte sobre posible toxicidad, sobredosis, etc.
° Destacarle al cliente las ventajas y beneficios que significan el producto en cuestión.
° Comunicarle lo que diferencia al producto envasado de sus similares en la competencia.
° Garantizarle la marca al productor, que cuando es prestigiosa, se convierte en una verdadera garantía y refuerza las preferencias del consumidor.
° Que el envase o el embalaje cumpla con esta función de transmisor de un mensaje positivo del producto que contiene, es arte y es ciencia, toda una especialidad en diseño.
° Para cumplir con la función de exhibir, el envase debe hacer posible ver el producto y apreciar su finalidad.
° El envase debe ser llamativo, para que el cliente no quede indiferente ante su presencia y que no sea uno más entre muchos, garantizando la función de atraer.
° El envase motivador hace que los clientes potenciales se acerquen al producto.
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