Los aislantes son materiales que pueden colocarse entre el suelo del almacén y el producto ensacado para impedir que la humedad pase del suelo al producto, y evitar en consecuencia el enmohecimiento y la descomposición.
El sistema de aislamiento más económico consiste simplemente en extender una gruesa estera o tela de plástico no perforada sobre la cual se colocan los sacos. También se pueden colocar en el suelo palos rectos sobre los cuales se apilan los sacos.
El tipo de almacenamiento más costoso consiste en dos superficies de tablas, sujetas firmemente a travesaños, para mantenerlas separadas. Si están construidas con madera aserrada y cumplen determinadas normas se conocen como paletas de carga y son idóneas para la manipulación con carretillas de horquilla elevadora, también existen las tarimas, que dado a una elaboración mas simples son menos costosas y se usan para apilar los sacos como su nombre lo indica en forma de tarimas, utilizándose para elevar hasta 20 o 25 sacos la chaparra.
Las tarimas deberán inspeccionarse y rociarse con desinfectantes antes de utilizarlas, para evitar infestaciones y daños a los sacos con clavos que sobresalen y astillas. Aunque se llama aislante este acápite, es importante dejar definido que la mejor forma de almacenar en estiba directa aunque este el costo es la utilización de la tarima y la paleta de
intercambio, ya que aleja al producto a los 15 cm. establecido por normas.
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