En particular, se presentan a continuación tres tipos de proporciones útiles al evaluar inventarios.
1. Razón corriente. La razón corriente evalúa la liquidez
total de la organización e indica la capacidad de una compañía
de satisfacer sus obligaciones de corto plazo. En otras palabras,
mide si una empresa podrá o no pagar sus cuentas. En términos
técnicos, la razón corriente indica cuántos dólares de activos se
tienen por cada dólar de pasivos que se adeudan. La razón corriente se calcula del siguiente modo:
Con activos corrientes se hace referencia a los activos que se encuentran en forma de dinero en efectivo o que pueden convertirse con facilidad en dinero en efectivo dentro del plazo de un
año, como por ejemplo las cuentas por cobradlos títulos valor y
el inventario. Por pasivos corrientes se entienden los pasivos adeudados y que deben pagarse dentro del plazo de un año, como
son las cuentas por pagar, los títulos valor por pagar y la parte de
corto plazo de la deuda de largo plazo.
Los estándares de la razón corriente varían de un sector a
otro. En las compañías del sector de servicios, que tienen poco o
ningún inventario, la razón corriente por lo general oscila entre
1,1 y 1,3, es decir, USS 1,30 en activos corrientes por cada dólar
de pasivos corrientes. Las compañías que mantienen inventario
tienen razones corrientes más elevadas. Este último grupo incluye a las empresas del sector manufacturero, cuyas razones corrientes suelen variar entre 1,6 y 2,0; no sólo tienen inventarios en
forma de productos terminados listos para la venta, sino que también poseen inventarios de productos en proceso no dispuestos
aún para la venta. En términos generales, mientras mayor sea el
tiempo que tome a una compañía fabricar el inventario y mayor
sea el inventario que debe mantener a mano, mayor será la razón
corriente.
¿Qué puede significar la razón corriente?
Una razón corriente baja puede indicar que una empresa
tiene problemas de liquidez, o que tiene dificultades para satisfacer sus obligaciones de corto y largo plazo. En otras palabras,
la organización puede adolecer de carencia de flujo de caja para
cubrir los gastos operativos y de otro tipo. Como resultado, las
cuentas por pagar pueden estarse acumulando a un ritmo mayor que las cuentas por cobrar. Nótese, sin embargo, que se trata
solamente de un indicador, y debe utilizarse en conjunto con
otros factores para establecer la situación financiera global de
lina organización. En realidad, algunas compañías pueden soportar razones corrientes inferiores al promedio debido a que
mueven su inventario con mayor rapidez y/o son más veloces
para cobrar a sus clientes y por consiguiente tienen un buen
flujo de caja.